YØGA BLOOM-OncoYoga-
Los miércoles se han convertido en uno de mis días favoritos, los miércoles me encuentro con un grupo de mujeres a practicar yoga, un grupo de mujeres que en algún momento de sus vidas recibieron un diagnóstico de cáncer y sus vidas dieron un giro, si, un giro, ya que a nadie deja igual un diagnóstico de cáncer.
"Lo que eres está en constante cambio, siempre abriéndose, siempre respirando".
Tari Prinster
Ellas han tenido que adaptarse a una nueva manera de vivir, por lo menos por un tiempo y alguna me ha dicho, -esta enfermedad me está enseñando más de lo que creía-.
Ellas comenzaron sus tratamientos, sus ciclos, sus investigaciones, comenzaron a relacionarse con médicos, hospitales, tratamientos, nombre nuevos y complicados.
La mayoría por un tiempo ha tenido que dejar su trabajo, otras han perdido su pelo, otras sienten con mayor fuerza los efectos secundarios, muchas están rodeadas de amor, muchos familiares no saben cómo ayudarlas, muchas amigas y amigos se alejan, otros se acercan más.
Casi todas han cambiado la alimentación y todas sienten la necesidad de reconciliarse con sus cuerpos, aprender a escucharlos, a tenerlos en cuenta, a cuidarlos.
El auto-cuidado es una asignatura pendiente para la mayoría de los seres humanos de este planeta, vivimos muy por encima de nuestras capacidades físicas y mentales, el estrés que soportamos y la contaminación, hace que todo nuestro sistema esté en un constante sobre-esfuerzo y el tiempo de bienestar sea cada vez menor.
Y en busca de ese bienestar es que ellas llegan al yoga, buscando cambiar la manera de vivir, la manera de estar en este mundo.
Se encuentran con un grupo de mujeres maravillosas y juntas van creando una comunidad de apoyo y sostén.
Descubren que el yoga les permite respirar con calma, tranquilizar su mente poco a poco, aceptar este momento presente, que es el único que tenemos todos y todas, tengamos o no cáncer, les permite sentir su cuerpo, ser parte activa en su proceso de curación, estar en calma durante una resonancia, sentir su espalda y sus piernas fuertes para sostenerse.
Hay muchos estudios científicos que nos confirman todos estos beneficios, a mí también me lo confirman ellas.
Así, cada paso es uno, cada día es uno, cada respiración es única, cada movimiento sanador, cada emoción abrazada, cada día nuevo.
YØGA BLOOM, es estar juntas, aprender juntas.
Namastē
Las prácticas las imparto en ZentroUrban Yoga -Claudio Coello 5. Madrid
Los miércoles de 12 a 13 hs.
Puedes entrar a: Oncoyogablogspot.com, para enterarte de prácticas en otras partes de España con profesoras y profesores especializados.