Agradecida por este amanecer

Mientras meditaba sentí lo imperfecto y le di la bienvenida, como se la he dado siempre. Reflexiono sobre las exigencias, las etiquetas, las modas. Me recuerdo a los 15 años buscando porotos de soja por todo mi pueblo. Me recuerdo participando de encuentros de biodanza, de cantos ancestrales con los Mapuches en la Patagonia, me recuerdo viviendo en una comuna en Aguas Claras, Córdoba, me recuerdo amasando pan, preparando el desayuno para muchas personas, trabajando en la huerta, hablando del espíritu, del cuerpo, lavando las sábanas, cuidando a los pequeños. Me recuerdo bailando en una discoteca hasta el amanecer, yendo a ver pasar el tren a las 2 de la madrugada con una botella de vino y rodeada de amigas y amigos.

Me recuero enojada, por una injusticia tremenda y por una tremenda pavada, me recuerdo gritando de rabia, y saltando de alegría. Me recuerdo amando y odiando a mi madre y a mi padre, me recuerdo amando y odiando a mi compañero, me recuerdo sintiendo que las marcas son una mierda, me recuerdo comprándome algo de marca, me recuerdo llorando en terapia, me recuerdo subiendo a los Annapurnas.

Me recuerdo contradictoria, valiente, insegura, amante, aprendiz, aprendiz eterna.

Practico Yoga desde mi corazón, no tengo ninguna receta, como les dije estoy colmada de imperfecciones, los errores son tan parte de mí como mis aciertos, no tengo verdades absolutas, no adhiero a ningún dogma, me encanta ver series, juntar flores, tomarme un helado, comer verduras y frutas frescas, caminar por el campo y subir montañas. Me encanta llevar a mi hijo a pintura, charlar con mi hija, tomar mate y andar en bici.

Practico yoga porque me calma, me centra y me acompaña, no porque el Yoga sea mejor, no la comparo con nada, la practico.

Amo la Libertad por sobre todas las cosas en este mundo, no me tomo demasiado en serio, me río de mí misma, de mis personajes y mis interpretaciones. Pero hay algo que es perfecto y es el Amor que me mueve a hacer lo que hago.

Namastē